Fabula: La Ranita y el Alacran

Se cuenta que hace un tiempo, un alacrán se dirigía a su hogar, del cual había salido en busca de alimento para sus hijos. En su camino de regreso a casa se encontró al borde de un enorme charco de agua. Esto le fue un impedimento al alacrán pues, sabía que no lo podía cruzar.  Su pensamiento le dio mil y un ideas. Algunas solo de imaginación.

Tan inmerso estaba en su pensamiento, cuando de pronto escucho el croar de una ranita. El alacrán la busco y la encontró a la orilla del charco cubierta con unas hojas. Cuando el alacrán la vio, le solicito un gran favor: -“Ranita” –dijo el alacrán- “necesito pasar al otro lado de este enorme charco. Por favor llévame a la otra orilla”. La ranita le respondió: “no te puedo llevar, porque si te subo en mis lomos me picaras”. “No te picare –respondió el alacrán- por favor, llévame, me urge llegar a la otra orilla”. –“no te puedo llevar, tengo miedo que me piques” –argumentaba la rana.- “No haré eso”,  -decía el alacrán. “llévame, solo llévame y nunca te pediré otra cosa.” “-me picaras, si te llevo me picaras, ¡tengo miedo de que me piques! “- Te prometo que no lo haré…”.

Tanto insistió el alacrán, que la rana opto por cargarla sobre su lomo y llevarla al otro lado del charco. Cuando la rana en su nado iba a la mitad del charco, el alacrán le pico.

La rana decepcionada le dijo: “¿Por qué me picaste? ¡Lo prometiste! ¡Dijiste que no me picarías! A lo que el alacrán respondió: “No pude evitarlo es mi naturaleza.”

MORALEJA

¿Porque el ser humano crea odios, guerras, envidias, “ideas” para explotar y disfrutar su sexualidad, pensamientos de auto exaltación y egocentrismo?  Por su naturaleza.

¿Por qué el hombre tiende a “competir” con Dios, criticar sus acciones, Revelación y propósitos, discriminar, alardear del conocimiento propio, edificar vidas y educación sobre la sangre de inocentes, así como  construcción de religiones humanistas tomando como base el intelecto, los logros y la filosofía? Por su naturaleza.

Los sentimientos mas comunes: la envidia, el deseo sexual desordenado, el odio, los pleitos, las herejías, la mentira, la calumnia, la religión edificada en base a la concepción personal de un dios, los celos, la presunción, la soberbia, la arrogancia, y mil “defectos de carácter” mas son causa de la naturaleza caída en el ser humano. 

“porque así como el pecado entro por un solo hombre (Adán nos heredo una genética caída y con tendencias a lo nocivo), así la salvación llega por un solo Hombre (Jesucristo y su sacrificio en el Gólgota)”

Tomas Aguilar Piceno