MINISTERIOS PASADOS DE MODA

El silencio dice mil cosas. Quien escribe tiende a escuchar mas al que no dice nada que al que habla de mas. Quizá porque el es así. Buscando las palabras en el lenguaje corporal. En las frases que se hilan con el paso de los días; un día escucha una palabra, otro día otra y se va completando el lenguaje del inconsciente; el lenguaje genuino, el que no tiene poses ni cumplidos.
Ignorando si es bueno o malo, solo permite que pase el tiempo y sale a la luz: Somos discriminados otra vez. Pero esta vez no es por el color de mi piel, ni por mi religión (si seguir a Cristo así se le cataloga), ni por mi contexto socioeconomico, sino por mi ministerio. Solo eso faltaba. En una sociedad intolerante y exclusivista, solo esto hacia falta. Como poner la cereza en el pastel para embellecerlo; aunque en mi caso para demostrar que los no cristianos discriminan por la fe y nosotros, en el contexto pastoral, por el ministerio.
La experiencia es "sui generis".
Escucho a un predicador de hermoso llamado, genuino ministerio, autoridad espiritual y credibilidad moral decir: "los maestros, pastores y evangelistas tradicionales pasaron a la historia y ya no funcionan; lo de hoy es el ministerio profético..." Me retiro a casa de ese servicio de adoración sumamente triste. Llego a casa, leo a Carlos Jimenes y su libro "Crisis en la Teología Contemporánea". Recuerdo mis clases de la materia en mis estudios ministeriales. Pienso en el futuro de la iglesia, desde la local, hasta la del país que es inundada con los ministerios novedosos.

Recuerdo a los predicadores de los 90s, en los que dieron su sangre por llevar el evangelio casa por casa, en los que fueron apedreados y expulsados de sus comunidades y que hoy, serian sus ministerios obsoletos; ¡y pensar cuanto nos bendijeron!, y en los que a cada paso llevaban consigo milagros, "ojeo" y "hojeo" un libro de historia eclesiástica en mi país de Alfonso de los Reyes. Visualizo a esos pastores, héroes de la fe.
Pienso en los milagros y señales que han seguido a nuestro sencillo y humilde ministerio y que solo los comentamos con Dios.
 Llego a casa, pongo la tv y veo un canal cristiano lleno de "poderosos" del ministerio y cantantes "sancochados". Le cambio de canal y mejor veo "Los Simpsons" (es mas edificante). Pienso en los "divos del ministerio"; en las doctrinas novedosas, tengo temor de emitir una critica de sus enseñanza espirituales aun cuando se que son bastante cuestionables desde el punto de vista de la doctrina básica; y que desde la exegesis con facilidad se desbaratan.
Reflexiono en el desafió para capacitar a los santos, me duele el descuido de no equipar a la iglesia para evaluar las modas doctrinales a la luz de la Palabra.
 Dejo que pase el tiempo, sigo observando. Me callo y sigo observando. Me pregunto: "¿Que moda doctrinal seguirá".
Seguiré callado en los ministerio y vidas que no me permitan bendecirles. Que me consideren pasado de moda.
Esperare para ver que sigue.

Tomas Aguilar Piceno.