lunes, 2 de enero de 2012

¿QUIEN ES TU MENTOR ESPIRITUAL?

En radicalidad y resistencia nos preocupamos por el desarrollo espiritual de las personas. Si, en medio de tantas iglesias y ministerios, tanta facilidad para conseguir material que edifica (y perjudica) al espíritu y su relación con Dios, debemos ser claros: eso no significa que seamos pastoreados. Como tampoco el recomendar cantidad de webs cristianas y libros quiere decir que somos buenos pastores.

El administrador de este blog, en este 2011, reafirmo en su convicción la necesidad imperativa de "descubrir, capacitar y delegar" en las vidas de las personas que están a su cuidado. Esto debido a la cantidad de potencial espiritual utilizado en "neutral" por la misma persona (no por Dios), el cual, bajo la óptica del Mentor divino, quien nos enseño que "el que conmigo no recoje esparce...", entonces entenderemos que hay vidas que, como un automóvil cuya velocidad esta en neutral, y que por mas que se acelere no avanzara, sino que permanecerá en el mismo sitio; gastara el combustible que se le ponga y no servirá de nada. El auto sigue inmovible.
¡El tener un mentor es una de las necesidades espirituales mas grandes y desconocidas! 
¿Quien te ayuda a mantener la perspectiva correcta en tu caminar? Alguien espiritual responderá: "Dios..." Entonces, quien escribe enfocara a la reflexión correcta. Moisés tuvo mentor: Jetro, Josue tuvo mentor: Moisés. El de Eliseo fue Elias. El de Timoteo fue Pablo. Es decir, responder que "Dios es mi mentor" no es la respuesta bíblica que se debe dar, ni la respuesta realista a escuchar. Una respuesta así, denota la necesidad de un mentor y una orfandad espiritual.

Al inicio de nuestro ministerio pastoral, un hombre sabio y experimentado nos pregunto: "Quien es tu mentor...". Honestamente no sabíamos que podía existir una pregunta con ese enfoque. Al paso del tiempo y ya con un mentor (y 100 enemigos), en nuestro liderazgo y cuidado de pastores y algunas pequeñas iglesias en zonas agrícolas, preguntaba a los pastores a mi cuidado: "pastor, ¿Quien es su mentor de ministerio?" Algunos daban una respuesta a medias, otros, no entendían la necesidad de la pregunta.


Esto es una de las enseñanzas que en nuestra labor educativa como docentes en preparatoria y como pastores, siempre hemos señalado: Nosotros necesitamos de un mentor, nuestros educandos necesitan un mentor, los pastores necesitamos un mentor, los escritores, los creyentes en general necesitan un mentor.
Jesús enseño a sus discípulos, ojo, no se refería a nosotros, sino a su labor de Mentoria,
 "Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga". Mt. 11:29, 30

Allí tenemos a un mentor extendiendo su cuidado y compromiso como formador de personalidades.

Así que, claro que se puede aplicar a la vida espiritual estas palabras, pero la hermenéutica apuntara en su aplicación a la Mentoria.

Muchos tienen cómplices, pocos tienen mentores. No necesitamos a alguien a quien presumirle nuestras aventuras, sino quien nos encause al desarrollo cristiano correcto. Los cómplices estorban, los mentores bendicen. Los cómplices cuartan, los mentores completan. A los cómplices al final por mucha lealtad, si no edifican nuestra vida espiritual, la derriban.
Entonces concluimos: La mentoria es una necesidad espiritual que muchos ni siquiera saben que existe. Responde lo siguiente:
¿Cuanto tiempo estas orando?
¿Estas cumpliendo con tu mayordomía financiera?
¿Te das tiempo para tus devocionales diarios?
¿Tienes problemas con la pornografía?
¿Estas en lucha con la masturbación?
Si eres pastor ¿Existe alguna feligrés que sabes tu le atraes físicamente y ella a ti?
¿Tienes un (a) amigo (a) del sexo opuesto a espaldas de tu esposo (a)?
¿Tienes fantasías sexuales?
Preguntas poco frecuentes o inexistentes ¿Verdad? Un mentor se ocupara de la victoria espiritual de su educando. Un cómplice caerá contigo.


Porque el hijo de Dios necesita
que alguien le ayude
a ser responsable de
su responsabilidad.


Tomas Aguilar Piceno.


Continuara...

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