PECAMOS POR ¿IGNORANCIA?

A veces nos detenemos para hacer el recuento del avance, estancamiento y perdida en la vida cristiana. Al hacerlo, nos damos cuenta de cuan fácil es perder una bendición. En un momento se puede perder lo que tanto nos a costado, pero mas le ha costado a Cristo: Su Sangre.
Recordamos una historia verídica de una jovencita, hija de creyentes comprometidos y fieles, la cual en el desenfreno de la etapa adolescente, después de recibir múltiples exhortaciones por parte de sus padres, se rebela abiertamente, se fuga de su casa y se inicia en la experimentación de una vida disipada. En todo lugar a donde iba, el Espíritu Santo le redargüía del pecado que vivía en ese momento. Ella, no "disfrutaba completamente" su nuevo estilo de vida porque en su interior estaba la voz del Espíritu Santo. Y ella lo sabia. Un día en Presencia de esa Voz dijo: "Ya se de donde viene este sentimiento y se que no me dejaras en paz. ¡Espíritu Santo vete de mi vida!.
Despues de tanto tiempo y al recordar tal anécdota, no dejamos de sentir pánico de las palabras de aquella jovencita. Pero en fin, en un segundo podemos tirar todo.
Este caso, no es el único, incluso bajo el liderazgo de Pablo sucedieron cosas así. Veamos:

1. Hubo un creyente llamado Demas, descrito en Colosenses como Fiel (4:14); En la carta que envía Pablo a Filemon le llama colaborador de la iglesia ( Fil. 24), pero Cuando escribe la segunda vez a Timoteo, le dice que "amo al mundo" y por eso le abandono (2 Tim 4:10).
2. Alejandro. Es descrito como un judío defensor del evangelio (Hch. 19:33, 1 Tim. 1:20, 2 Tim. 4:14). Pablo escribe y dice que le causo muchos problemas y prefirió entregarlo a Satanás.
3. Saul. (1 Tim. 9-31),El rey que fue ungido (1 Sam. 10:1-8) pero nunca fue un hombre integro: fue reprendido por usurpar sacerdocio al ofrecer sacrificio (1 Sam 13:8.14) y una larga lista de actitudes que colmaron la misericordia de Dios y fue desechado como rey (1 Sam 15:10-30).

En todos ellos, como en la niña de quien comenzamos esta entrada, tuvieron un proceso descendente para llegar al nivel espiritual que nos ocupa. No es automático. Todo comienza con un "pequeño" pecado por equivocacion. Por error. 

Pecar por error es pecar por ignorancia, pero esto, después de la conversión, aprendizaje bíblico, jerarquizar valores nos lleva al pecado con soberbia o deliberado. A tener en poco la Palabra, a menospreciar el mandato divino.
Números 15:24-31 nos marca una diferencia de un pecado por error y un pecado deliberado.
En el pecado por error, tiene la característica de saber que se comete porque ignorábamos que tal acción ofendía el carácter Santo de Dios.
El Pecado deliberado es accionado a sabiendas que lo que se hace ofende a Dios.  

Existe un paralelismo entre la anterior cita en Números y la de Hebreos 10:29. A esta conclusión nos lleva:
El pecar voluntariamente es actuar con soberbia.
El pecar por error es accionar en ignorancia, debilidad, inadvertencia.

En el antiguo testamento, había sacrificios que se debían realizar para quien pecaba por ignorancia, pero no había sacrificios para quien pecaba deliberadamente. (Num. 15:30,31, Hb. 10:26)

En estos dias finales, Dios a mostrado misericordia y esta se a extendido por una sola razón: "No quiere que nadie se pierda, sino de que todos procedan al arrepentimiento". Pero esto no debe hacernos creer que El es indiferente a nuestro vivir. Por que El es lento para la ira, tarda en airarse, pero cuando Dios se enoja, ciudades enteras son destruidas. Quien escribe, no cree que en estos tiempos llenos de "conocimiento", dentro de las congregaciones (y aun fuera) se peque por error o ignorancia. Ya no, porque ya sabemos por exceso de información en todos lados los principios bíblicos.
¡Horrenda cosa es caer en manos del Dios vivo!

Fragmento de predicacion por el 

Administrador de Radicalidad y Resistencia.