En la vida cristiana hay dos principios implícitos entre las enseñanzas de la Revelación:
- NINGUNA BENDICIÓN VIENE SIN SER PREPARADOS PARA ELLA.
- NINGÚN TIEMPO DE CRISIS O CONFLICTO LLEGA SIN ADVERTENCIA.
Cuando una persona experimenta lo contrario a esto, es porque no mantiene una vida conectada al Espíritu, entonces nuestro sentido espiritual del oído se ve cuartado para cumplir su función. El resultado, miles de vida frustradas por las vicisitudes o enloquecidas y sin saber como manejar un tiempo de bienestar y "vacas gordas".
Tomas Aguilar
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