jueves, 17 de mayo de 2012

JESÚS, HOMBRE LIBRE


Jesús de Nazaret no es para nada un desconocido. En la actualidad existen admirables estudios históricos que ha demostrado que los evangelistas no tenían la intención de escribir una biografía. Los evangelios son testimonios de creyentes. Esto no significa que no contengan nada histórico, sino que han sido escritos de modo que cada episodio se baste a sí mismo, ya que en él aparece por entero toda la personalidad de Jesús. Esa personalidad es la de aquel Jesús que a continuación recibió de las iglesias el nombre de «Cristo», el «mesías». En este sentido, Jesús no es solamente para la fe cristiana aquel hombre que hizo el bien en Galilea, tomando en sus manos la causa de los oprimidos. Es también el «Ungido», el enviado del Padre para hacer pasar a este mundo de la esclavitud a la novedad radical del reino de Dios. La cuestión con que se enfrenta este libro es la siguiente: confesar a Jesús, ¿no será rechazar al Cristo, tal como nos lo describe la doctrina tradicional? Proclamar a Cristo, ¿no será olvidar a Jesús, tal como se impone su personalidad en las fuentes neotestamentarias? Para el autor de esta obra, «cristología» es ese esfuerzo por pensar en la unidad de Jesús y de Cristo en función de las cuestiones que actualmente se suscitan entre los creyentes. Esto exige una gran honradez ante las fuentes neotestamentarias y ante la manera como han vivido los cristianos su fe en el curso de la historia.

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