Y testificamos de tanta gente que de la misma manera nos bendijo, como también otra que pudo hacerlo y no lo hizo.
Y escuchamos testimonios de todo. Algunos que demostraban el Poder de Dios en el corazón del hombre y se referían al diablo en un tono de subestimacion y con palabras arrogantes. Por ejemplo:
- "yo no le doy gusto al diablo ni a nadie, solo a Dios".
- "Ese diablito..."
- "El diablo nunca a podido conmigo"
- "Muchos de los cristianos con los que inicie mi caminar, cayeron, pero yo, yo sigo de pie"
- "el diablo se enojo porque conmigo no puede"
- y un montón de frases en el mismo tono.
Judas, el brother de Jesús, enseño:
“Pero cuando el arcángel Miguel contendía con el diablo,
disputando con él por el cuerpo de Moisés, no se atrevió a proferir juicio de
maldición contra él, sino que dijo: El Señor te reprenda.” (1:9)
Entonces en el diagnostico de la experiencia, crecimiento espiritual y humildad de Judas, dudo mucho de la fidelidad y de la identidad de vencedores por el sacrificio de Cristo de decenas de personas que "humillan al diablo".
Quienes estamos en el campo de la batalla espiritual por comunidades o que hemos estado horas en oración por una persona en evidente estado por crisis espiritual sabemos que no se gana nada con ofenderlo. A final de cuantas la ofensa o los adjetivos no le hacen "ni cosquillas".
Entonces pensamos lo siguiente: Cuanta gente piensa que es fiel a Dios y es solo una evidente actitud de soberbia. ¿Soberbios con satanás? Hay de aquel que crea que con esa actitud sera vencedor.
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