miércoles, 13 de febrero de 2013

LUTERO Y SU EXPERIENCIA CON LA JUSTICIA DE DIOS


El núcleo de la Reforma durante el siglo XVI principalmente un entendimiento diferente de la doctrina de la justificación. Para Lutero, el problema en su mente acerca de la justificación comenzó cuando leyó Romanos 1:7, “Porque en el Evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: ‘Mas el justo por la fe vivirá’”. Su conciencia estaba tan atribulada que Lutero comentó en este pasaje que “odiaba la frase ‘la justicia de Dios’, que conforme a la costumbre y uso de todos los eruditos, había sido enseñado a entender este pensamiento filosóficamente, en el sentido de la justicia formal o activa por la que Dios es justo y castiga a los pecadores injustos”. Mientras Lutero meditaba en este versículo, declaró que fue entonces que “empecé a entender ‘la justicia de Dios’ como la justicia por la que el hombre justo vive a través del regalo de Dios, es decir, por fe”. Este momento desató la pasión de Lutero por reformar la Iglesia. La teología de Lutero nunca volvería a ser la misma a la sostenida por la Iglesia Católica. “Desde ese momento”, dijo Lutero, “la completa faz de la Escritura fue cambiada para mi”.
 
Años después, cuando Lutero meditaba en cómo su entendimiento de las Escrituras había sido transformado por este pasaje, aquel odio por la justicia de Dios había sido cambiado por un amor apasionado. “Y ahora, al mismo grado en que antes odiaba ‘la justicia de Dios’, ahora he aprendido a amar y exaltar ese verso como el más dulce de todos. Esto verso de San Pablo fue las puertas del paraíso para mí”.
Fragmento  de la Aotobiografia de Lutero.

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