miércoles, 13 de julio de 2011

Ubicate!

En una reunión de científicos, uno de ellos se levanta y dijo que ya no necesitaban a Dios, y que alguien tenía que ir a decírselo.
Entonces otro de ellos se acerca a Dios y le dice
-Sabes Dios, hemos llegado a la conclusión de que ya no te necesitamos para nada.Ya podemos clonar animales, pronto lo haremos con humanos, entre otros muchos logros.
-Hagamos una cosa, dijo Dios, ¿porqué no creamos un ser humano? Pero tal cual como yo lo hice en el principio.
-Claro, dijo el científico, y se agachó para tomar un puñado de tierra.
-No, no, no. Esa tierra es mía, yo la hice, vos hacete la tuya y sacá de ahí.
Esta anécdota puede tomarse por alguno como una expresión contra la ciencia o el conocimiento científico. Sin embargo, no es esa la idea. No pretendo tomar el ejemplo de cuando los científicos eran perseguidos por la inquisición, ni ponerlos de la vereda de los enemigos de la fé.
El punto acá es la soberbia humana en contra de Dios.
El decirle "Dios, ya no quiero hacer el mundo a tu manera, ahora vamos a hacerlo a la nuestra, y ya no queremos que vos nos digas lo que está bien y mal, eso lo queremos determinar nosotros". Ese fue justamente el espíritu que se movió en el hombre en la tentación. No fue ni una manzana, ni el querer tener un momento de placer con Eva. Fue una rebelión en la que quiso constituirse como su propio dios. Esa fue la oferta que le hace el diablo "seréis como Dios", y eso fue lo que el hombre compró.
Ahí nace el sistema de vida que conocemos hoy, que la Biblia denomina "el mundo", un sistema basado en el "divorcio" del hombre respecto a Dios y que trajo como resultado lo que hoy podemos ver.
Hombre, ubicate. Dios te ha dado lo que tenés y lo que sabés, lo que vos usas para querer "destronar" a Dios de tu "sistemita de vida", es justamente lo que Dios te ha dado para que hagas de la tierra un mejor lugar. No sos poca cosa, pero tampoco sos Dios. Dejá que cada cual cumpla su función. 
Tomado del blog: http://ivan-notaspersonales.blogspot.com

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