Así que, con todo el dolor del alma, debemos reconocer que la adoración en el metal no es un principio, es una estrategia o una expresión cultural para que, quienes aman o amamos este genero, sepan que Dios no reprueba lo que no ofende Su carácter. Y el Metal no lo hace.
Pedagogicamente hablando la música en si misma es una herramienta didáctica efectiva, por eso anda por allí un dinosaurio morado cantando a preescolares. Los exegetas afirman que San Pablo doctrinaba en algunas de sus epístolas con fragmentos de himnos. La historia de la Iglesia nos enseña que, algunos himnologos así fue como impartieron educación cristiana a los fieles.
Al recordar esto y en momentos de silencio y reflexión, con el único objeto de que los brothers que escriben sus líricas metaleras, recuerden que el poder no radica solo en la armonía y el poder de los sonidos y los instrumentos, sino que, La Palabra en si misma, ya tiene poder implícito. Si al poder penetrante del metal le impregnamos y lo sumergimos en el Poder del Rhema, habrá conversiones milagrosas, sanidades física, restauración espiritual, sanidad interior, liberación de demonios, etc.
¡Por supuesto! Si recordamos que La Palabra de Dios es el único "Libro" que tiene implícito en el, vida. Es una garantía.
Nuestro reconocimiento y oración por los compositores de adoración metálica.
Un Clasico: Vox Dei con el salmo 3:
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Tomas Aguilar Piceno
Radicalidad y Resistencia
Morelia, Michoacan, 09 de Septiembre de 2011.
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