Días dificiles, muy difíciles, ya no sientes la gravedad de la prueba, sino la cantidad de "llamas" refinado tu confianza en El.
De pronto mi esposa recibe una llamada: "Señora su hijo se quebró un pie, no puede caminar y esta llorando..."
Yo recibo la llamada de mi esposa contándome lo sucedido."Te veo en el hospital...". Deja al niño menor en la guardería, toma un taxi y sale rumbo al hospital.
Después de la atención medica, al regresar a casa, nuestro hijo menor de 6 años de edad nos dijo: "Papi, Dios me dijo algo..."
- "¿Soñaste que te dijo algo?" Quise aclararle - "No estaba dormido". respondió.
Mi esposa volvió a preguntarle: "¿Te quedaste dormido y lo soñaste?" -"Que no estaba dormido". Insistió el niño. -"Yo estaba en la guardería y alguien me dijo en el oído: Dile a tus papis que no se preocupen. Todo va a salir bien."
Entendí el mensaje. Se genero en casa una atmósfera de mucha paz. Mi niño se alejaba jugando con su mascota, yo estaba llorando y con mi mirada nublada por las lagrimas y por la gratitud a Dios lo mire alejarse. Aun estaba el estrés por muchos otros conflictos, la inestabilidad y el abuso laboral, la inestabilidad económica, la fractura en la pierna de mi primogénito, la necesidad de tutoria y mentoria ministerial (Porque es una necesidad en el ministerio) por la que tanto le he pedido al Señor de la mies, pero como un manto de amor y paz, estaba la presencia prometida de Dios.
Es una promesa, cuando eres subestimado, cuando tu economía no llama la atención de "algunos" siervos, cuando no te presentan con los "profetas" y que por ello no recibes "profesia", entonces y solo entonces, de modo privado al enorme, grande y penetrante nivel de la intimidad de la familia, Dios Revela sus promesas, pues por mas aflicción, El promete restaurar, no apagar el pabilo que humea, ni quebrar la caña cascada.
Reflexión de Tomas Aguilar Piceno
radicalidadyresistencia.blogspot.com
"He aquí mi siervo, yo le sostendré; mi escogido, en quien mi alma tiene contentamiento; he puesto sobre él mi Espíritu; él traerá justicia a las naciones. No gritará, ni alzará su voz, ni la hará oír en las calles. No quebrará la caña cascada, ni apagará el pábilo que humeare; por medio de la verdad traerá justicia".
Is. 42:1-3
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