Escuche en los últimos días en una magnifica predicación, una frase que, en lo personal derribo en mi la atención y mi mente se enfoco en el alcance, sustancia y naturaleza de la doctrina que se mencionaba en el beneficio o perjuicio de quienes la escuchaban y podían aplicar creyéndola como verdad.
La frase decía:
"EN ESTOS DÍAS, NADIE VIENE A LA IGLESIA
Y SE QUEDA
PORQUE LA GLORIA DE DIOS ESTE AQUÍ... SINO PORQUE
DIOS LA BENDICE CON PROSPERIDAD ECONÓMICA".
Solo pensé en esta frase el resto de la exposición. Y mi mente me llevo a recordar cuantas veces y de parte de los "predicadores de las grandes ligas" lo escuche. Quizá con frase diferente, pero la misma doctrina.
Recordé a aquellos héroes de la fe en la historia bíblica como Jeremías en una foso, Pablo en la pobreza y construyendo tiendas, Elias comiendo mazorcas, etc. y los compare con los actuales "siervos". Y pensé en las comunidades en la sierra donde fui testigo de las congregaciones donde los milagros y el poder de Cristo se manifestaba y la gente, comiendo nopales cortados del cerro honraba a Dios. Recordé los testimonios de los pequeños grupos de creyentes, en donde cantábamos bajo un árbol en un monte y la gente llegaba corriendo porque miraban llamas y pensaba que había un incendio. Esos cristianos, jamas consideraron la prosperidad financiera como sinónimo de bendición. Mucho menos el comer nopales, quelites, hongos, "chochas" o flor de calabaza silvestre como consecuencia del pecado.
Mi decisión: no me importa si la gente se queda en mi congregación o no; pero deben saberse condenados al infierno si no tienen a Cristo. Ese sera el tema de mi predicación. Y si soy invitado a una congregación y no me vuelven a invitar por predicar fuera de toda "atracción teológica", que no me inviten...
Este dibujo grafica con elocuencia la eclesiologia en estos días finales.
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