Para llorar un poco y clamar por ministerios conforme al corazón de Dios, ofrecemos esta mala noticia:
“Un estudio reciente de Gallup, una de las firmas
encuestadoras más respetadas de este país, realizó una encuesta preguntando a
los entrevistados a quién consideraban como la persona más honesta y ética en
sus vidas. La respuesta no fue un pastor o sacerdote, sino una enfermera o
farmacéutico. Sólo el 52 por ciento de los entrevistados le dió una alta
calificación a los religiosos en este aspecto de la honestidad y la ética”.
Penoso...
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