lunes, 20 de junio de 2011

EL LADO DAÑINO DEL "VALOR" DE NUESTRAS TRADICIONES

Observamos la promoción de los "valores de nuestra cultura" en la televisión. Tomas artísticas, una voz que evoca la nostalgia y lo trascendental. Vidas buscando el agrado del "ser divino" al que veneran. Música de fondo con tonada entre vació existencial y resignación. La promoción de tradiciones que en cadena nacional y cuyo contenido genuino no se ve en televisión. Videos artísticos, no se niega, pero que denotan pactos espirituales.
Jiquipilco, Edo. de Mexico.

Tlacotalpan, Veracruz.

Semana Santa de los Raramuris en Chihuahua

La Virgen del Rosario, en Tlalpa de Allende, Jalisco.

Es un imperativo, desde este blog, cuestionar el sistema en el que funcionamos:
  • Sincretismo religioso: Catolicismo con religiones prehispánicas. 
  • Comunidades sumergidas en alcoholismo.
  • Tradiciones que, lejos de fomentar el "valor" fomentan vicios y conflictos.
  • Una televisión en el país, lejos de ser laica.
  • La influencia espiritual (no propiamente de lo Alto) en el país azteca.
  • El pacto espiritual de algunos medios de comunicación.
  • El fomento de tradiciones en las que el resultado es altamente cuestionado.
En Michoacan, Estado al sur de México se viven tradiciones casi cada semana (quien escribe es de ese estado). El 19 de Junio se celebro la tradición del día del padre, con la organización cultural y tradicional de un "Jaripeo" en "equis" colonia. No bien había terminado el evento cuando, interrumpido por la turba de dos bando golpeándose, gritando, otros corriendo protegiendo a los niños, cundo sorpresivamente sonaron tres balazos. La prensa ignoro el hecho. Y esto, es un secreto a gritos, en cada fiesta tradicional y patronal suceden, al punto de crearse un dicho: "si no hay pleito o muertos no "estuvo" buena la fiesta".
Una tradición muy nuestra. Una estrella mas que las televisoras esconden. 

Es difícil creer en una tradición religiosa en la que, a la divinidad dedicada, (hipotéticamente hablando) se sienta feliz de saber a sus devotos violentos, promiscuos, ebrios, pero festejándola.

México un país violento, ebrio, corrupto, miembro de mafia, pero tradicionalista y religioso.

Nunca es por demás cuestionar nuestras costumbres y tradiciones. Evaluar si efectivamente promueven los valores, si no espirituales, por lo menos humanos. De no promover lo que verdaderamente nos hace valer e intrínsecamente valorar a los demás, superar vicios de carácter y hábitos que denigran a la persona, así como conflictos con nuestra existencia, Si la tradicion no trae a la vida de la persona una perspectiva diferente, ¿Para que queremos esas tradiciones?


No hay comentarios:

Publicar un comentario