Lo contrario de la sabiduría es la necedad. En el mundo no hay gente neutral, es decir, estamos tan involucrados en el desarrollo social que, si no somos sabios, entonces somo necios. La necedad es mas que obstinación del pensamiento. Los proverbios de Salomón ofrecen un canon para medir el nivel de necedad dependiendo a la persona y su actuar.
- El "simple necio". Su etimología pethit. Es la persona ingenua que se caracteriza por una inocencia, que es embaucable, que se deja arrastrar con facilidad y que le falta entendimiento. Es una persona ingenua en la moral, fácil presa de propagandista y en urgente y terrible necesidad de instrucción para que evite las trampas de la vida.
2.-El siguiente nivel en el canon es el "insensato, necio" del hebreo euil y kesil. Este se caracteriza por rechazar la verdad, menospreciar la sabiduría, odia el entendimiento y considera la maldad como una diversión ¿Suena conocida esta característica en la vida diaria? Todos conocemos a aquel individuo que rechaza lo bueno por considerarlo aburrido o "mocho" (mexicanismo que define a una persona moral). O aquel que conquista señoritas para coleccionar relaciones sexuales. Y que decir de los que compiten para ver y demostrar quien bebe mas licor. ¡Guau! que divertido...
3.- El máximo nivel, según proverbios es el "escarnecedor o burlador". Su etimología nos indica a la persona que deliberadamente sabe lo bueno y se burla menospreciando y se burla de cualquier corrección. Es quien a sabiendas de lo bueno, lo correcto y lo que trae buen fruto o resultado, se burla de el concepto y hace lo contrario.
Ninguno de estos es desconocido en sociedad, al contrario, en la diaria relación interpersonal, al intercambiar conceptos con alguien es fácilmente detectable el nivel en el que vive.
No hay duda, debemos buscar la sabiduría.
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