LA ADVERTENCIA OLVIDADA DE KENNETH HAGIN
Antes de morir en 2003, el respetado padre del movimiento Palabra de Fe corrigió a sus hijos espirituales por haberse ido a los extremos con el mensaje de prosperidad.
El maestro de la biblia carismático, Kenneth Hagin padre, Es considerado el padre del llamado evangelio de prosperidad. El folclórico, auto didacta “papá Hagin” comenzó un movimiento raíz que produjo un seminario Bíblico y una cosecha de famosos predicadores incluyendo a Kenneth Copeland, Jerry Savelle, Charles Capps, Jesse DuPlantis, Creflo Dollar y docenas de otros más –Todos los cuales enseñan que los Cristianos que dan generosamente deben esperar recompensas financieras de este lado del cielo.
Hagin enseñó que Dios no se glorificaba por la pobreza y que los predicadores no debían ser pobres. Pero antes de morir en 2003 y dejar el Centro de Entrenamiento Bíblico Rhema en manos de su hijo, Kenneth Hagin hijo, reunió a muchos de sus colegas en Tulsa para reprenderlos por distorsionar su mensaje. No estaba feliz que algunos de sus seguidores estaban manipulando la Biblia para apoyar lo que él veía como codicia y egoísmo indulgente.
Aquellos que estaban cerca de Hagin padre dicen que el era muy apasionado acerca de corregir estos abusos antes de morir. De hecho, el escribió un libro crudamente honesto para tratar con esto que le preocupaba. El Toque de Midas fue publicado en el año 2000, un año después de aquella infame reunión en Tulsa.
Muchos ministros Palabra de Fe ignoraron el libro. Pero en la luz de la reciente controversia sobre las doctrinas de prosperidad, sería bueno desempolvarlo y leerlo otra vez.
Aquí pongo algunos de los puntos que Hagin hace en El Toque de Midas:
1. La prosperidad financiera no es una señal de la bendición de Dios. Hagin escribió: “si la riqueza por si sola fuese señal de espiritualidad, entonces los narcotraficantes y capos del crimen serúan gigantes espirituales. La abundancia material puede estar relacionada a las bendiciones de Dios o puede que no tenga nada que ver con las bendiciones de Dios.
2. La gente nunca debiera dar para poder obtener. Hagin fue crítico con aquellos que “tratan de hacer el plato de la ofrenda una especie de maquina tragamonedas”. El denunció aquellos que relacionan el dar con el obtener, especialmente aquellas que dan autos para obtener autos nuevos o que dan trajes para conseguir nuevos trajes. El Escribió “no hay una formula espiritual para sembrar un Ford y cosechar un mercedes”.
3. No es bíblico “nombrar la semilla” en una ofrenda. Hagin se horrorizó por esta práctica, que fuera popularizada en las conferencias de fe de los 1980’s. Los predicadores de fe en ocasiones le dicen a los donantes que cuando ellos den en una ofrenda deben reclamar un beneficio específico para recibir una bendición de vuelta. Hagin rechazó esta idea y dijo que enfocarse en lo que vas a recibir “corrompe la actitud misma de nuestra naturaleza dadora”.
4. El “ciento por uno” no es un concepto bíblico. Hagin hizo las matemáticas de la formula y calculó que si esto fuera cierto “habría cristianos caminando no con billones o trillones de dólares ¡sino con cuatrillones de dólares!” El rechazó la enseñanza popular que el creyente debiera reclamar un retorno monetario especifico.
5. Los predicadores que reclaman tener una unción para romper deudas, no debieran ser confiados. Hagin estaba perplejo por los ministros que prometían “cancelación sobrenatural de deudas” a aquellos que dan ciertas ofrendas. El escribió en El Toque de Midas: “No hay una sola escritura que conozca que valide tal práctica. Me temo que solo es una trampa para recaudar dinero para el predicador, y al final puede convertirse en algo peligroso y destructivo para todos los involucrados”.
(Muchos evangelistas que aparecen en la televisión Cristiana hoy usan esta afirmación falsa. Generalmente insisten que la cancelación de deudas milagrosa ocurrirá solo si la persona “da ahora mismo”, como si la unción para este milagro de repente se evaporara después de la hora del programa. Este reclamo manipulador tiene más que ver con brujería que con la fe cristiana).
Hagin condenó otras chapuzas diseñadas para embaucar las audiencias a que vaciaran sus billeteras. El se encolerizaba especialmente cuando un predicador de radio le decía a su audiencia que llevaría sus oraciones a la tumba vacía de Jesús en Jerusalén para orar por ellas allí –Si los donantes incluían alguna ofrenda de amor especial. “Lo que ese predicador de radio realmente quería era que más personas le mandaran ofrendas” Hagin escribió.
Gracias al resurgimiento de los fraudes de donaciones aberrantes promovidas por los carismáticos americanos, el evangelio de la prosperidad está de nuevo bajo el microscopio de la nación. Es tiempo de repasar aquellas cosas que preocupaban a Hagin para encontrar un balance bíblico.
Hagin le dijo a sus seguidores: “Sobre enfatizar o añadir a lo que la biblia realmente enseña invariablemente hace más daño que bien” Si el hombre que fue pionero en el concepto de prosperidad bíblica sonó el silbato sobre su propio movimiento, ¿no tendría mucho sentido para nosotros hacer caso a su amonestación?
Articulo tomado de: http://apologista.wordpress.com
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