Es un tema de todos los días el hablar de los teólogos de la prosperidad, por el daño social y eclesiologico que esto gesta.
Univision presenta la siguiente confesión de nuestro recordado Jim Bakker:
Univision presenta la siguiente confesión de nuestro recordado Jim Bakker:
Parte de la Confesion de Jim Bakker...
“Cerca del tiempo de mi audiencia de libertad condicional (1993), completaba mi estudio de todas las palabras de Jesús en el Nuevo Testamento. Para mi sorpresa, después de meses de estudiar acerca de Jesús, llegue a la conclusión de que Él no tuvo ni una cosa buena que decir acerca del dinero.
La mayoría de las declaraciones de Jesús acerca de riquezas, ab
undancia, y ganancia material están en un contexto negativo.
Aun “El Hijo Prodigo” una de mis favoritas historias dichas por Jesús, tomó un nuevo significado cuando la leí una vez más con un contexto comprensivo de las Escrituras. Rápidamente noté que la historia comenzaba con el hermano menor diciéndole a el padre: __ ¡Dame! Dame mi parte de la herencia” (Lucas 15:12).
Él ni siquiera dice: “por favor dame.” El simplemente demandó. No mucho después, aquel joven termino en un corral de puercos.
Yo comenzaba a darme cuenta que la manera más rápida de acabar en un corral de puercos empieza con “¡Dame!”..., y la ruta más rápida al “corral grande”, la prisión federal, muy a menudo comienza con la misma frase "¡Dame!"
Estaba asombrado de esta “nueva” revelación, pero más allá de esto, yo estaba profundamente preocupado. A medida que el verdadero impacto de las palabras de Jesús concerniente al dinero impactaron mi corazón y mente, me enfermé de tal manera que sentía nauseas.
Me equivoqué. ¡Me equivoqué! Equivocado en mi estilo de vida, ciertamente, pero aun mas fundamentalmente, equivocado en mi entendimiento del verdadero mensaje de la Biblia. No solamente estaba equivocado pero yo estaba enseñando lo opuesto de lo que Jesús había dicho. Esto es lo que me rompió el corazón; cuando vine a darme cuenta de que en realidad yo había contradecido a Cristo estaba horrorizado.
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