¡NUESTRA ROTUNDA OPOSICIÓN a las invitaciones por medio de las redes sociales a la Violencia! El suceso ocurrido, en la estación del metro Chabacano de la ciudad de México es una vergüenza. Una acción de este tipo, no habla de supremacía por el genero musical en cuestión, sino de inseguridad emocional de quien provoca y motiva a tales actos.
La psicología dicta que, una persona violenta, apela a esta acción para "esconder" su inseguridad y sus miedos. La Biblia lo diagnostica en Galatas al hablar de las obras de la carne como consecuencia de vivir independiente a la vida del Espíritu. Entonces, visto de alguno de estos angulos, la violencia es instada por una insanidad (obviamente) por parte del violento.
Nuestra preocupación es el sinnúmero de comentarios que la comunidad metalera emite en las redes sociales, ridiculizando el Reggeton llamándole porquería, basura, mierda (sic), etc.
Los creyentes sabemos que tenemos una jerarquía de rivales con los que contendemos todos los días: El diablo, la carne y el mundo. No vaya a ser que, ante una intolerancia, quien dicta la discriminación en el genero musical sea la carne (porque a mi no me gusta el reggeton) o el mundo (por tener una actitud similar a una vida no regenerada).
Los reggetoneros no cristianos necesitan a Cristo, y el ministerio de la reconciliación según Pablo escribe es de nosotros, los nacidos de nuevo.
No imagino la escena de un metalero calificando y etiquetando con adjetivos a los reggetoneros y después, dándoles el mensaje de salvación. Sin embargo, como pastor, estoy curado de espanto y se que no faltara un sinvergüenza que haga tal cosa.
En radicalidad y resistencia, no estamos en contra del genero musical, sino que, reprendemos y resistimos la actitud por parte de muchos de nuestros brothers unders; Señores: Un cristiano metalero NO DEBE humillar a una persona, sin importar la preferencia musical. Un Metalero cristiano predica a Cristo, ora, adora al Cristo resucitado, diezma, ofrenda, sirve en su congregación, lee la biblia, apoya a su pastor. Si alguno no hace esto y lo considera "religioso", con el debido respeto, no lo consideramos hijo de Dios.
En estas letras, jamas hemos dicho que los agresores en la estación del metro "Chabacano" fueran metaleros, nuestra protesta es por los comentarios y adjetivos entre los "creyentes" hacia ellos. A final de cuentas, nuestros aportes con la característica anterior TAMBIÉN ES VIOLENCIA.
La psicología dicta que, una persona violenta, apela a esta acción para "esconder" su inseguridad y sus miedos. La Biblia lo diagnostica en Galatas al hablar de las obras de la carne como consecuencia de vivir independiente a la vida del Espíritu. Entonces, visto de alguno de estos angulos, la violencia es instada por una insanidad (obviamente) por parte del violento.
Nuestra preocupación es el sinnúmero de comentarios que la comunidad metalera emite en las redes sociales, ridiculizando el Reggeton llamándole porquería, basura, mierda (sic), etc.
Los creyentes sabemos que tenemos una jerarquía de rivales con los que contendemos todos los días: El diablo, la carne y el mundo. No vaya a ser que, ante una intolerancia, quien dicta la discriminación en el genero musical sea la carne (porque a mi no me gusta el reggeton) o el mundo (por tener una actitud similar a una vida no regenerada).
Los reggetoneros no cristianos necesitan a Cristo, y el ministerio de la reconciliación según Pablo escribe es de nosotros, los nacidos de nuevo.
No imagino la escena de un metalero calificando y etiquetando con adjetivos a los reggetoneros y después, dándoles el mensaje de salvación. Sin embargo, como pastor, estoy curado de espanto y se que no faltara un sinvergüenza que haga tal cosa.
En radicalidad y resistencia, no estamos en contra del genero musical, sino que, reprendemos y resistimos la actitud por parte de muchos de nuestros brothers unders; Señores: Un cristiano metalero NO DEBE humillar a una persona, sin importar la preferencia musical. Un Metalero cristiano predica a Cristo, ora, adora al Cristo resucitado, diezma, ofrenda, sirve en su congregación, lee la biblia, apoya a su pastor. Si alguno no hace esto y lo considera "religioso", con el debido respeto, no lo consideramos hijo de Dios.
En estas letras, jamas hemos dicho que los agresores en la estación del metro "Chabacano" fueran metaleros, nuestra protesta es por los comentarios y adjetivos entre los "creyentes" hacia ellos. A final de cuentas, nuestros aportes con la característica anterior TAMBIÉN ES VIOLENCIA.
Con profundo dolor por la intolerancia musical
Tomas Aguilar Piceno.
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