jueves, 2 de junio de 2011

Nuestro diario vivir...

Ayer, me dijeron "persignado". La persona que me lo dijo no sabe con exactitud mi fe, (y creo que ni la de ella misma) aunque le conté la aplicación a la vida diaria de la muerte de Jesús en el Golgota... ¿Desde cuando se es un "bicho raro" pensar en el Espíritu? Desde que no eres común, me respondo a mi mismo. Otro día, en cierto tono de escarnio se me dijo "espiritualista"... me sonreí... ni siquiera sabe el derivado del termino "espiritu"... en fin. Todo comentario que se diga de una persona que ocupa su vida a vivir conforme al Espirtu tendrá oposición.
Hoy, escribo el diagnostico en esta entrada como si fuera un diario, el cual jamas he escrito ni pienso hacerlo, solo hago reflexión por la confrontación de mi espíritu y su espíritu... a veces esa confortación es en comentarios, otras en la cosmovisión, algunas mas, al participar de debates cuyo tema son la legalización de ciertos temas morales, pero la confrontación mas intensa es la espiritual completamente, el choque en el marco cósmico del entorno espiritual que vivimos en un momento determinado. La confrontación en la que no se habla y en la que, muchisimas veces nuestro interlocutor es un amigo o familiar... y aunque lo conocemos en la observación, en el lenguaje corporal y por su óptica de vida, conocemos sus conflictos emocionales, miedos y alegrías y existe estima, pero jamas podremos negar el choque... ¿Que le vamos a hacer? Así es y así sera... ¿Miedo? ¡Claro que no! El que esta en mi es mayor que el que esta en ellos...Pero yo, ¡Ya gane!


Cuanta razón tenia el apóstol cuando afirmo "no se unan en yugo desigual con los incrédulos..."

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